Abre la puerta y cena con Él

Piensa muy bien en lo que estoy a punto de preguntarte…por favor contesta sinceramente y trata de ser honesto contigo mismo…

¿Te has sentido abrumado estas últimas semanas?

¿No sabes como vas a pagar esas deudas que se acumularon?

¿Te sientes frustrado porque tus planes no resultaron como lo esperabas?

¿Te preocupa el futuro?

¿No puedes dormir en paz?

¿Ansiedad?...¿Miedo?.

Creo que todos hemos experimentado estas emociones en más de una ocasión en estos tiempos, aún cuando muchos de nosotros presumimos de ser “Relajad@s”.

La verdad es que si evaluamos bien, nos daríamos cuenta de que no estábamos preparados para algo como lo que estamos viviendo hoy ¿no es así? Así que es muy normal que la duda y la preocupación irrumpan en nuestra vida, más de lo que desearíamos; sin embargo debemos hacer algo para contrarrestarlo al punto de sacarle provecho a esta situación. ¿Cómo? ¿Podémos sacarle provecho a esta situación? ¡Claro que si! Dios es experto en usar malas situaciones y convertirlas en oportunidades y hasta en ocasiones para experimentar su gracia y porqué no decirlo: en ver ¡milagros!.

Hace un tiempo alguien me dijo que nuestros buenos y malos pensamientos crecen a medida que vamos “alimentándolos”. Es una frase que constantemente ha venido a mi mente estos días, y es que pareciera que el miedo y las preocupaciones se han propagado más rápido que la pandemia del Covid19. Creo que no todo es culpa de la situación en si. Piensa en cuánto tiempo has estado revisando noticias amarillistas, estadísticas, comentarios de todas estas personas, videos que llegan a tu WhatsApp, personas inconformes con todo y todos, videos impactantes de muertes, películas de catástrofes, etc., hemos estado alimentando pensamientos que han crecido a tal punto que perdimos la paz de dormir tranquilos y en muchas ocasiones nuestra fe en el único que puede ayudarnos. No me mal interpretes, es importante estar informados, pero debemos escoger también alimentar nuestra fe más que cualquier cosa en este tiempo. Tu y yo somos responsables de lo que dejamos entrar en nuestra mente y corazón. (También checa lo que ves en Netflix jaja)

Estamos viviendo tiempos extraños ¡lo sé! Tu rutina seguramente cambió, posiblemente ahora no tienes la privacidad que tenías antes, tal vez ya no tienes esos momentos de soledad en los que hacías una oración para conectarte con Dios, hoy no hay iglesias en la que puedas congregarte con otras personas para crecer en tu fe, pero tenemos la oportunidad de abrir nuestro corazón en nuestra habitación todos los días. Apocalipsis 3:20 (TLA) dice: Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo. Dios toca a la puerta de nuestro corazón todos los días (Lo conozcas o no) y seguramente ha estado queriendo hablarnos de los retos y situaciones con las que cada uno está lidiando ahora mismo, así que busca el momento y asegúrate de ser intencional en darle un tiempo para “Abrir la puerta” y “cenar con Él”. Busca un devocional virtual o lee la Biblia (Ya sea física o digital) ora y aparta un tiempo para escuchar, un tiempo en silencio que te ayude a conectar tu mente y corazón con lo que Dios tiene para decirte específicamente a ti.

Acercarte a Su Presencia hará que tu perspectiva y tu corazón cambien de tal forma que tu fe puede convertirse en más fuerte que el miedo que sientes. Si te alimentas de la fuente correcta vas a ser lo suficientemente madur@ para sobrellevar esta situación de la mejor forma y serás testig@ de lo que Dios hará para amarte a ti y a tu comunidad.

Deja tus comentarios en esta publicación y déjanos saber si tienes alguna situación en particular por la que quieras que oremos juntos.

Atte.

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